Litiasis

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Litiasis
  • UROLITIASIS /UROPATÍA OBSTRUCTIVA, CÓLICO NEFRÍTICO.
  • UNIDAD DE LITOTRICIA EN UROS ASSOCIATS.
  • ESTUDIO METABÓLICO DEL PACIENTE LITIÁSICO.

Uropatía obstructiva y cólico nefrítico

El cólico nefrítico es el dolor intenso que se origina a la altura del riñón o de las vías urinarias debido a una obstrucción aguda en estas zonas provocada por una litiasis (piedra o cálculo renal).

Esta obstrucción provoca que la orina no avance a lo largo de la vía urinaria; se queda retenida. Esto produce un aumento de la presión dentro de la vía urinaria que es la causante del dolor que acompaña al cólico nefrítico.

El cólico nefrítico es un problema bastante frecuente: en España cuatro de cada cien personas manifiestan esta enfermedad, lo que supone unos cien mil nuevos casos al año.

Etiología

Además de las piedras, cualquier otro elemento que ocupe el uréter y obstruya el riñón puede provocar un cólico. Es el caso de algunos tumores que crecen dentro del uréter o lo engloban desde órganos vecinos  como el intestino, el ovario o el útero.

También puede estar provocado por enfermedades de carácter benigno como la fibrosis retroperitoneal o dilataciones vasculares como el aneurisma de aorta.

Es importante no confundirlo con otras afecciones que tengan como síntoma el dolor lumbar. 

Los cálculos renales pueden tener cuatro orígenes:

  1. La mayor parte de los cálculos, entre el 70 y el 80%, contienen calcio. Son igual de frecuentes en hombres que en mujeres. 
  2. Entre el 20 y el 30% de los cálculos están originados por infecciones urinarias (por los gérmenes llamados desdobladores de la urea). Este tipo es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres. Son cálculos más grandes que se suelen quedar en el riñón. 
  3. Entre el 5 y el 10% de piedras renales se producen por el ácido úrico. Son los únicos que pueden deshacerse con tratamiento, alcalinizando la orina. La gente que tiene gota suele haber sufrido algún cólico nefrítico.
  4. El 1% de los cálculos se deben a la cistinuria, una enfermedad de origen genético.

Síntomas

El síntoma más importante es el dolor en la zona lumbar, que aparece de forma brusca y con carácter intenso.

Habitualmente, este dolor se irradia a la vejiga y los genitales, siguiendo una trayectoria descendente aunque la irradiación depende del nivel en el que se encuentre la obstrucción.

El dolor suele estar acompañado de náuseas, vómitos, y sudoración. 

Otros de los síntomas comunes que se pueden presentar son:

  • Fiebre y/o signos de sepsis. El cólico nefrítico con fiebre es una URGENCIA VITAL  que debe ser valorada inmediatamente en Urgencias. Uros Associats  tiene especialistas localizados para atender las Urgencias Urológicas  de Clínica Sagrada Familia y Centro Médico Teknon 
  • Hematuria: es la presencia de sangre en la orina. Puede aparecer en pequeñas cantidades por lo que se deberá detectar a través de exámenes de orina o puede ser visible.
  • Disuria: dificultad o dolor del paciente en la evacuación de la orina.
  • Polaquiuria: aumento del número de micciones durante el día, que suelen ser de escasa cantidad.
  • Anuria: suspensión definitiva de la secreción de orina. Este es el signo de mayor gravedad.


El dolor puede variar de localización a medida que la litiasis avanza en la vía urinaria:

  • En los cólicos renales el dolor se localiza de forma más intensa en la fosa renal irradiando hacia el hipocondrio (zona del abdomen situado bajo el diafragma y las costillas flotantes).
     
  • En los cólicos ureterales  el dolor se irradia hacia los genitales. 

Los cálculos renales o ureterales (causa más frecuente de los cólicos) producen diversos grados de sufrimiento en la vía urinaria, que puede clasificarse dependiendo del grado de obstrucción y de la dilatación que produce en el sistema. Existen diferentes grados de dilatación, en función de la obstrucción:

  • Grado I: pelvis renal ligeramente dilatada sin dilatación de los cálices.
  • Grado II: pelvis renal moderadamente dilatada con dilatación leve de los cálices.
  • Grado III: pelvis renal agrandada, cálices dilatados y parénquima normal.
  • Grado IV: pelvis renal agrandada, cálices dilatados y adelgazamiento del parénquima renal.

Diagnóstico

Para confirmar la enfermedad, el especialista debe estudiar si el paciente padece fiebre, ya que este síntoma puede llevar a otros cuadros clínicos que requieren abordajes diferentes.

Para el diagnóstico clínico, el especialista estudia la presencia, en primer lugar, de los  siguientes síntomas :

  • Dolor abdominal de inicio agudo.
  • Irradiación a ingles o a genitales.
  • El paciente no siente una mejora ni con reposo ni con cambios de postura.

Náuseas y vómitos 

Después de esta evaluación, el especialista realizará una exploración física que consistirá en:

  • Una exploración abdominal Y lumbar
  • Un examen de las constantes vitales .
  • Además, se pueden realizar otras pruebas, como analíticas de sangre y de orinaradiografías del abdomen, ecografías y tomografías abdominales para detectar la localización de los cálculos.

Las pruebas de imagen son muy útiles en el diagnóstico y orientan al especialista sobre cómo manejar la patología. Las imágenes revelan, además, el grado de obstrucción que produce la litiasis en la vía urinaria.

Tratamiento

El tratamiento debe realizarse con la mayor celeridad posible para evitar complicaciones y controlar el dolor.

El especialista suele recetar analgésicos antiinflamatorios no esteroideos que son eficaces contra el dolor y la inflamación. En episodios muy agudos de dolor, este se puede tratar a través de la aplicación de los fármacos por vía intramuscular o intravenosa.

Suele ser también necesario, en un gran número de casos, administrar medicamentos para disminuir o erradicar el vómito, además de protectores gástricos.

Si el tratamiento del dolor no responde a los analgésicos, el especialista colocará un catéter ureteral (catéter JJ), para resolver la obstrucción urinaria y de esta manera controlar el dolor.

En el caso de que se necesiten fragmentar los cálculos para facilitar su eliminación, se llevará a cabo la litotricia, procedimiento médico en el que se usan ondas de choque para la descomposición de la piedra. Otros abordajes posibles son los quirúrgicos, casi todos por vía endoscópica: ureterorrenoscopia, cirugía intrarrenal retrógrada y nefrolitotomía percutánea, procedimientos que son indicados en función del tamaño, localización y anatomía de la vía urinaria.

En Uros Associats contamos con un equipo experto en el manejo de la litiasis urinaria. Nuestro manejo es multidisciplinar, disponemos de Urólogos, Nefrólogo y una especialista en Nutrición para un mejor control de su enfermedad. . Nos centramos, asimismo, en la prevención, fijando controles regulares en consulta para determinar a tiempo alteraciones que puedan resolverse, y minimizar así las posibilidades de recurrencia o complicaciones. En caso de que sea necesario el tratamiento  de su piedra  podemos ofrecerle todas las técnicas Mínimamente Invasivas disponibles hoy en día: LITOTRICIA EXTRACORPÓREA POR ONDAS DE CHOQUE ( ESWL o LEOC), URETEROSCOPIA RÍGIDA O FLEXIBLE, CIRUGIA INTRARRENAL RETROGRADA (RIRS) Y CIRUGIA PERCUTANEA (Nefrolitotomia percutánea o PCNL).

Dolor pélvico crónico

El dolor pélvico crónico es el que se presenta en el área situada por debajo del ombligo y entre las caderas, y que dura seis meses o más. Puede tener varias causas, y ser un síntoma de otra enfermedad o ser una afección en sí mismo.

Si el dolor pélvico crónico parece ser causado por otro problema médico, tratar ese problema puede ser suficiente para aliviar el dolor.

Sin embargo, muchas veces no es posible identificar una única causa de este dolor. Si este es el caso, el objetivo del tratamiento es reducir el dolor y los demás síntomas y mejorar la calidad de vida.

Síntomas

El dolor pélvico crónico se describe generalmente de esta manera:

  • Dolor intenso y constante
  • Dolor que aparece y desaparece (intermitente)
  • Dolores o calambres punzantes
  • Presión o pesadez en una zona profunda de la pelvis
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Dolor con el movimiento intestinal o la micción
  • Dolor cuando estás sentado por períodos prolongados de tiempo

Es posible que la molestia se intensifique después de estar parado durante períodos largos y se alivie cuando te recuestas. El dolor puede ser leve y molesto o puede ser tan intenso que faltas al trabajo, no puedes dormir o no puedes hacer ejercicio.

Etiología

El dolor pélvico crónico es una afección compleja que puede tener múltiples causas, constituyéndose en un síntoma de varias afecciones médicas. Por ejemplo, es posible que una mujer tenga endometriosis y cistitis intersticial, ambas patologías pueden provocar dolor pélvico crónico.

Algunas de las causas del dolor pélvico crónico pueden ser:

  • Endometriosis. Se trata de una afección en la que el tejido del recubrimiento del útero crece fuera de este. Estos depósitos de tejido responden al ciclo menstrual, al igual que lo hace el recubrimiento uterino, es decir, engrosamiento, rotura y sangrado, a medida que los niveles de las hormonas suben y bajan. Debido a que esto tiene lugar fuera del útero, la sangre y el tejido no pueden salir del cuerpo a través de la vagina. En cambio, permanecen en el abdomen, donde pueden provocar quistes dolorosos y bandas fibrosas de tejido cicatricial.
  • Problemas musculoesqueléticos. Trastornos que afectan los huesos, las articulaciones y los tejidos conjuntivos (sistema musculoesquelético), como la fibromialgia, la tensión muscular del suelo pélvico, la inflamación de la articulación púbica (sínfisis púbica) o hernias, y que pueden dar lugar a dolor pélvico recurrente.
  • Enfermedad inflamatoria pélvica crónica. Esto puede tener lugar si una infección de largo plazo, por lo general de transmisión sexual, provoca formación de cicatrices que afectan los órganos pélvicos.
  • Restos ováricos. Después de la extirpación quirúrgica del útero, los ovarios y las trompas de Falopio, es posible que, por accidente, queden pequeños vestigios del ovario, los que luego podrían dar lugar a la aparición de quistes dolorosos.
  • Fibromas. Estos crecimientos uterinos no cancerosos pueden generar presión o una sensación de pesadez en la parte inferior del abdomen. En casos poco frecuentes, provocan un dolor agudo.
  • Síndrome del intestino irritable. Los síntomas asociados con el síndrome del intestino irritable, como inflamación, estreñimiento o diarrea, pueden ser el origen del dolor y la presión pélvicos.
  • Síndrome de la vejiga dolorosa (cistitis intersticial). Esta afección está asociada con un dolor recurrente en la vejiga y con una necesidad frecuente de orinar. Es posible que presentes dolor pélvico a medida que la vejiga se llena, el cual puede ceder temporalmente al orinar.
  • Algunos médicos consideran que las venas varicosas (várices) dilatadas que se encuentran alrededor del útero y de los ovarios pueden provocar dolor pélvico. No obstante, otros médicos dudan que el síndrome de congestión pélvica sea la causa del dolor pélvico porque la mayoría de las mujeres con venas dilatadas en la pelvis no presentan un dolor asociado.
  • Factores psicológicos. La depresión, el estrés crónico o los antecedentes de abuso sexual o físico pueden aumentar el riesgo de dolor pélvico crónico. El sufrimiento emocional empeora el dolor, y vivir con un dolor crónico contribuye al sufrimiento emocional. Estos dos factores suelen generar un círculo vicioso.

Diagnóstico

Averiguar qué es lo que está causando el dolor pélvico crónico a menudo implica un proceso de eliminación porque son muchos los trastornos que pueden causar dolor pélvico.

Además de una entrevista detallada sobre el dolor, tus antecedentes médicos personales y los antecedentes familiares, el médico puede pedirte que lleves un diario del dolor y otros síntomas.

Estas son algunas de las pruebas o exámenes que el médico podría indicar:

  • Examen pélvico. Este puede revelar signos de infección, crecimientos anormales o músculos tensos del suelo pélvico. El médico revisa si hay áreas de sensibilidad. Hazle saber al médico si sientes alguna molestia durante este examen, especialmente si el dolor es similar al que has estado sintiendo.
  • Análisis de laboratorio. Durante el examen pélvico, el médico puede pedir análisis de laboratorio para detectar infecciones. 
  • Ecografía.  Este procedimiento es especialmente útil para detectar masas o quistes en los ovarios, el útero o las trompas de Falopio.
  • Otras pruebas de diagnóstico por imágenes. El médico puede recomendar radiografías abdominales, tomografías computarizadas (TC) o imágenes por resonancia magnética (RM) para ayudar a detectar estructuras o crecimientos anormales.
  • Laparoscopia. Durante este procedimiento quirúrgico, el médico hace una pequeña incisión en el abdomen e inserta un tubo delgado conectado a una pequeña cámara (laparoscopio). El laparoscopio le permite al médico observar los órganos pélvicos y verificar si hay tejidos anormales o signos de infección. Este procedimiento es especialmente útil para detectar la endometriosis y la enfermedad pélvica inflamatoria crónica.

Encontrar la causa de fondo del dolor pélvico crónico puede ser un proceso largo y, en algunos casos, es posible que nunca se encuentre una explicación clara.

Sin embargo, con paciencia y comunicación abierta, tú y tu médico pueden desarrollar un plan de tratamiento que te ayude a vivir una vida plena con un mínimo de molestias.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Si el médico puede determinar una causa específica, el tratamiento se centrará en esa causa. Sin embargo, si no es posible identificar una causa, el tratamiento se enfocará en el control del dolor y de los demás síntomas. En muchas ocasiones, el enfoque óptimo implica una combinación de tratamientos.

Medicamentos

  • Analgésicos. Es un tratamiento sintomático que ayuda a mejorar la clínica aunque no tratan la causa del dolor crónico.
  • Tratamientos hormonales. Algunas mujeres descubren que los días en que tienen dolor pélvico pueden coincidir con una fase particular de su ciclo menstrual y los cambios hormonales que controlan la ovulación y la menstruación. Cuando este es el caso, las píldoras anticonceptivas u otros medicamentos hormonales pueden ayudar a aliviar el dolor pélvico.
  • Antibióticos. Si la fuente del dolor es una infección, el médico puede recetar antibióticos.
  • Antidepresivos. Algunos tipos de antidepresivos pueden ser útiles para aliviar el dolor crónico. Los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina y otros, parecen tener efectos analgésicos y antidepresivos. Pueden ayudar a mejorar el dolor pélvico crónico incluso en los pacientes que no tienen depresión.

Otras terapias

Tu médico puede recomendar terapias o procedimientos específicos como parte del tratamiento contra el dolor pélvico crónico. Estos pueden incluir lo siguiente:

  • Fisioterapia. Los ejercicios de estiramiento, masajes y otras técnicas de relajación pueden mejorar el dolor pélvico crónico. Un fisioterapeuta puede ayudarte con estas terapias y a desarrollar estrategias para lidiar con el dolor. A veces, se tratan puntos específicos de dolor con un instrumento médico llamado estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea envía impulsos eléctricos a las vías nerviosas cercanas. También puede ser útil usar una técnica psicológica llamada biorretroalimentación, que te ayuda a identificar áreas de músculos tensos para que puedas aprender a relajar esas áreas.
  • Neuroestimulación (estimulación de la médula espinal). Este tratamiento consiste en implantar un dispositivo que bloquea las vías nerviosas para que la señal de dolor no pueda llegar al cerebro. Puede ser útil, según la causa del dolor pélvico.
  • Inyecciones en el punto gatillo. Si el médico encuentra puntos específicos donde sientes dolor, puede que te beneficies de las inyecciones de un medicamento anestésico en esos puntos dolorosos (puntos gatillo). El medicamento, por lo general un anestésico local de acción prolongada, puede bloquear el dolor y aliviar la molestia.
  • Psicoterapia. Si el dolor puede estar entrelazado con depresión, o cualquier tipo de trastorno psicológico, puede que te resulte útil hablar con un psicólogo o psiquiatra. Existen diferentes tipos de psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual y la biorretroalimentación. Independientemente de la causa de fondo del dolor, la psicoterapia puede ayudarte a desarrollar estrategias para lidiar con el dolor.

Cirugía

  • Cirugía laparoscópica. Si tienes endometriosis, el médico puede extraer las adherencias o el tejido endometrial por medio de una cirugía laparoscópica. 
  • Histerectomía. En casos complicados y poco frecuentes, el médico puede recomendar extirpar el útero (histerectomía), las trompas de Falopio (salpingectomía) o los ovarios (ooforectomía). Someterse a esta intervención conlleva consecuencias importantes para la salud. El médico analizará los riesgos y beneficios detalladamente antes de recomendar esta opción.
  • Resección transuretral de vejiga. En algunas patologías, como en la cistitis intersticial, a veces es útil resecar por vía endoscópica las lesiones que están en el recubrimiento interno de la vejiga y que se asocian a dolor crónico. 
  • Inyecciones intravesicales. En algunos casos resulta muy resolutiva la inyección de varias sustancias en la mucosa y en la musculatura vesical, como el bótox y algunos antiinflamatorios. Este procedimiento se realiza por vía endoscópica, bajo anestesia. 
  • Bloqueo anestésico de los nervios de la pelvis. En los casos en los que se identifica que el dolor proviene específicamente de los puntos gatillos donde pasan nervios sensitivos de la pelvis, el médico puede indicar el bloqueo anestésico de estos puntos, lo que reduciría las sensaciones dolorosas de esa zona. A veces es necesario llevar a cabo este procedimiento en quirófano.

Programa de rehabilitación del dolor

Es posible que debas probar una combinación de abordajes de tratamiento antes de que encuentres la mejor opción para ti. De corresponder, es posible que debas considerar la opción de ingresar en un programa de rehabilitación del dolor. En Uros Associats contamos con el apoyo de la sección de Rehabilitación del Suelo Pélvico de la Clínica Teknon. Son médicos especialistas y enfermeros altamente entrenados en terapias de estiramiento, biorretroalimentación y relajación-estimulación. 

Estilo de vida

El dolor crónico puede afectar considerablemente a tu vida diaria. Cuando sientes dolor, tienes problemas para dormir, hacer ejercicios o realizar tareas físicas.

El dolor crónico también puede causar ansiedad y estrés, los cuales, a su vez, pueden empeorar el dolor.

Las técnicas de relajación pueden ayudar a aliviar la tensión, a reducir el dolor, a calmar las emociones y a inducir el sueño. Puedes aprender por cuenta propia muchas técnicas, como meditación y respiración profunda.

Abordaje multidisciplinar

Según la causa sospechada de dolor, el médico podrá derivar a un especialista del aparato digestivo (gastroenterólogo), un especialista en ginecología o un especialista en dolor musculoesquelético (fisiatra o fisioterapeuta).

Cómo preparar la consulta

  • Haz una lista de todos los signos y síntomas que experimentas. Menciona los que parecen no guardar relación con el motivo de la consulta.
  • Anota la información médica más importante. Incluye los principales factores de estrés o los cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos que tomas y de las dosis correspondientes. Indica los medicamentos de venta con receta y de venta libre, las vitaminas u otros suplementos que estés tomando.
  • Es buena idea llevar a un familiar o amigo. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una consulta. Alguien que te acompañe puede recordar algún dato que olvidaste o que no notaste.
  • Prepara preguntas. Preparar una lista de preguntas te puede ayudar a no olvidarte de ninguna.

Unidad de litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) en Uros Associats

En Uros Associats contamos con la más moderna y efectiva tecnología para el tratamiento no invasivo de los cálculos renales. Nuestra estación multifuncional con fluoroscopia digital Dornier Delta III, litotriptor de última generación, lo que garantiza su eficiencia y seguridad. 

¿Qué es la litotricia extracorpórea con ondas de choque (LEOC) ?

Es un procedimiento no invasivo que trata las litiasis renales o ureterales por medio de la aplicación de ondas de choque en medio líquido, que contactan con el paciente a través de un dispositivo externo que procede de una fuente electromagnética. La onda de choque se desplaza uniformemente por el medio líquido, pero se refleja parcialmente al pasar a un medio más sólido (cálculo). La onda reflejada se superpone a la siguiente, con lo que el efecto sumativo aumenta sustancialmente las presiones en el interior del cálculo. La sumatoria de las ondas logra fisurar/fragmentar la litiasis, en una sesión de aproximadamente 40 minutos.

Un cálculo urinario está formado por la agregación cristalina de sus componentes minerales, cohesionados entre sí por material orgánico, en cantidad variable según cada tipo de litiasis. Si la energía transferida (onda de choque) es superior a las fuerzas de cohesión del cálculo, éste se fragmenta en sus componentes primarios (cristales). A estos efectos se le suma la energía adicional producida por el llamado efecto de cavitación: Durante el proceso se van formando microburbujas de aire en el medio líquido las cuales sufren un proceso de compresión y posterior colapso con la formación de microjets que también colaboran a la ruptura del cálculo. 

Un cálculo será más fácil de fragmentar con las ondas de choque cuantas más moléculas de agua contenga, ya que cada una de ellas representa un punto de transferencia de energía.

Para que las ondas de choque sean eficaces en litotricia deben concentrarse todas en un sólo punto, que corresponde al cálculo a tratar. Para conseguirlo se precisa de un sistema de focalización, que generalmente consiste en la radiología y la ecografía, los cuales se utilizan independientemente o combinados, según cada tipo de máquina.

Indicaciones de la litotricia extracorpórea

La máxima eficacia de la técnica de litotricia se circunscribe en aquellos cálculos del riñón, sobre todo en pelvis, cuyo tamaño no sobrepase los 2 cm de diámetro. Las indicaciones universales, por consenso, son:

Cálculo piélico: indicación más generalizada de la litotricia. Si el tamaño y la consistencia son los adecuados puede resolverse comúnmente en una sola sesión. La eliminación de los fragmentos es precoz y generalmente sin incidencias.

Litiasis calicilar: es indicación de litotricia a partir de los 5 mm de diámetro, independientemente de la sintomatología que pueda ocasionar. 

Litiasis ureteral: los equipos de litotricia más actuales permiten la fragmentación del cálculo ureteral sin necesidad de cateterismo previo.

Porcentaje de éxitos de la litotricia en las distintas localizaciones ureterales

A las 24 ó 48 horas es frecuente observar un desplazamiento e incluso la expulsión de los fragmentos generados, aunque esta expulsión se puede demorar entre 2 y 3 semanas tras el procedimiento. La tasa de efectividad global del procedimiento dependerá de muchos factores, como el tamaño inicial, el edema de la mucosa urotelial, el tipo de litiasis y la morfología anatómica del paciente 

Contraindicaciones de la litotricia

Existen algunas condiciones donde se desaconseja la litotricia:

  1. Infecciones graves del riñón. La pielonefritis aguda y la pionefrosis son circunstancias donde no debe realizarse este procedimiento, debido al riesgo de empeorar el cuadro infeccioso y de dañar aún más el estado del órgano. 
  2. Alteraciones anatómicas de la vía urinaria.Aunque la litiasis a tratar con litotricia se encuentre alojada en el área renal, el proceso expulsivo de los fragmentos generados tras la misma exige un estado adecuado de la vía urinaria. La presencia de estenosis congénitas o adquiridas compromete el buen resultado de la litotricia.

-Estenosis del ostium pieloureteral.

-Riñón en herradura.

-Riñón ectópico o trasplantado. 

-Anomalías ureterales.

  1. Cálculos mayores a 2cm. En general estos cálculos provocan obstrucción, por lo que no es aconsejable la reiteración de sesiones para su resolución. 
  2. Cálculos muy impactados. En la litiasis ureteral la asociación de un cálculo de grueso tamaño, signos claros de impactación e hidronefrosis secundaria a la misma, desaconseja formalmente la realización de una litotricia como primera terapia. La impactación del cálculo en el tracto ureteral genera fenómenos inflamatorios locales, formándose en primera instancia un edema de la pared ureteral, seguido posteriormente de la ulceración del urotelio que derivará en la fibrosis parietal y ocasionalmente la proliferación mucosa que al englobar el cálculo lo inmovilizará definitivamente. En estos casos, el intento de empuje ascendente del cálculo mediante un catéter está condenado al fracaso y la práctica de la litotricia sólo conseguirá aumentar los fenómenos irritativos locales y aunque pudiera llegarse a fragmentar el cálculo y eliminarse algunos fragmentos, la mayor parte del mismo no progresará, manteniendo e incluso aumentando, el grado de obstrucción. En estos casos, la alternativa es la realización de una Ureterorrenoscopia con láser.
  3. Litiasis coraliforme. El tratamiento de este tipo de cálculos con litotricia resulta en elevados índices de infección urinaria, recurrencia de los cálculos y necesidad de segundas maniobras. Existen otras alternativas, percutáneas o endoscópicas, para tratar con mayor seguridad este tipo de litiasis.
  4. Enfermedades previas del riñón que deformen significativamente su estructura: tales como la tuberculosis renal, atrofia del órgano, hipoplasia severa, nefropatía intersticial crónica grave.

Efectos adversos de la litotricia

A pesar de su efectividad para la fragmentación de las litiasis, las ondas de choque pueden ser lesivas para diversos tejidos del organismo. La energía acumulativa resultante puede ocasionar contusiones y hematomas en el parénquima renal e incluso afectar a órganos adyacentes, como el páncreas y el colon. El mismo proceso de eliminación de los fragmentos constituye una fase en que pueden manifestarse diversos efectos adversos secundarios, como la uropatía obstructiva (el cólico renal) y la hematuria. Afortunadamente con los equipos modernos estos efectos secundarios son muy infrecuentes, y si se dan son generalmente transitorios y leves.

Dolor: durante la litotricia puede aparecer dolor en la zona por donde transita la onda de choque. Es por ello que nuestra estructura cuenta con la asistencia de anestesistas en todos los tratamientos, que aplican una sedación general para que estas sensaciones pasen desapercibidas. 

Hematuria: es un signo post-litotricia muy frecuente, que refleja un microtrauma renal o el paso de los fragmentos cuando descienden a través de la vía urinaria.

Contusión renal y hematoma: es una complicación poco frecuente (0,8%), pero está totalmente relacionada con el acto de la litotricia. Cualquier paciente está sujeto a la posibilidad de sufrir un hematoma renal tras la litotricia, pero dicha circunstancia es especialmente propicia en hipertensos y enfermos tratados con anticoagulantes. Existen circunstancias de la técnica que pueden aumentar el riesgo de hematoma: energía aplicada demasiado elevada, número de ondas de choque excesivo por cada sesión y no respetar un intervalo prudencial entre las diferentes sesiones de litotricia, el cual se estima en un mínimo de 36 a 48 horas.

Uropatía obstructiva: la obstrucción de la vía urinaria por los fragmentos generados tras la litotricia es una situación clínica que se presenta con relativa frecuencia. Habitualmente dicha situación es transitoria al desplazarse o eliminarse los fragmentos litiásicos, pero en un 18% de los casos puede constituirse una uropatía obstructiva al impactarse dichos fragmentos. 

Fase expulsiva. La calle litiásica.

La litotricia exitosa genera una multitud de fragmentos litiásicos a partir del cálculo original. Éstos son de diverso tamaño dependiendo, principalmente, de la composición cristalográfica del cálculo, aunque la mayoría de ellos no sobrepasan los 3 mm. La diuresis y el movimiento del sistema colector y el uréter provoca el desplazamiento de estos fragmentos hacia la vejiga, y si dicho desplazamiento es masivo se produce una obstrucción habitualmente transitoria, que cursa con dolor cólico. La imagen radiológica obtenida en este momento es muy característica y muestra la aglomeración de fragmentos calculosos tomando la forma de su continente: el uréter. Esta imagen radiológica es denominada «calle litiásica».

La longitud y espesor de la calle litiásica depende principalmente del tamaño del cálculo tratado y/o la composición del mismo.

La evolución espontánea de la «calle litiásica» es la expulsión, aunque en algunos casos, dada la obstrucción que provoca podrá precisar de una actuación endoscópica para ser resuelta: cateterismo y/o ureteroscopia.

Protocolo post-litotricia

El procedimiento es realizado de manera ambulatoria. Después de una sesión de litotricia el paciente es trasladado a una habitación, donde es observado las siguientes horas. En este período se identifica si alguna complicación inmediata importante ha tomado lugar. Si todo está bien, durante el mismo día, el paciente es dado de alta con una serie de instrucciones: reposo relativo durante las siguientes 48hrs, ingesta abundante de líquidos, pauta de analgésicos y cita en consultas con pruebas radiológicas. 

En las consultas sucesivas se evaluará el éxito del procedimiento y se determinará el seguimiento posterior.

Estudio metabólico del paciente litiásico

Los pacientes con litiasis renal requieren de investigaciones para identificar las condiciones médicas subyacentes y otras anomalías metabólicas que le predisponen a desarrollar cálculos. Los resultados de estas investigaciones se utilizan para guiar el tratamiento preventivo. La profundidad del estudio necesario depende de varios factores, incluyendo la edad, la historia clínica de la persona y el número y la frecuencia de los cálculos. 

Una variedad de factores dietéticos y metabólicos pueden contribuir o causar la formación de cálculos renales. Los factores dietéticos incluyen una alta ingesta de proteínas animales, oxalato y sodio, y una baja ingesta de líquidos y de productos que inhiben la nucleación de los cristales, tales como el citrato y el potasio. 

Las alteraciones metabólicas más frecuentemente asociadas a litiasis son la hipercalciuria, la hipocitraturia, la gota, la hiperoxaluria y la hiperuricosuria. Las modificaciones en la dieta deben aplicarse en todos los pacientes con litiasis renal, y consisten en una elevada ingesta de líquidos, la restricción de oxalato y sodio, una dieta balanceada en proteínas animales y complementadas por una ingesta adecuada de frutas y verduras. 

Cuando las modificaciones en la dieta no son suficientes en prevenir la formación de litiasis o en la presencia de alteraciones metabólicas importantes, es necesaria una intervención farmacológica específica.

Evaluación integral de la Unidad de Litiasis de Uros Associats

En nuestro protocolo evaluativo del paciente con litiasis renal incluimos una historia clínica, examen físico, estudio de imágenes y laboratorio en sangre y orina. Nuestro interés es identificar varios factores: número de episodios, frecuencia de formación de cálculos, edad de inicio, tamaño de los cálculos, lado afectado, tipo de litiasis, intervenciones urológicas previas, presencia de infecciones urinarias concomitantes, enfermedades concomitantes, medicación habitual, historia familiar, ocupación, estilo de vida y alimentación. 

Con estos datos logramos un objetivo concreto, que es determinar en el paciente el o los defectos fisiológicos que condicionan su riesgo de litiasis, para poder tratarlo adecuadamente y así lograr cambiar la historia natural de esta enfermedad. Además, este estudio lo hacemos lo más eficiente y económico posible. 

El tipo y la extensión de la evaluación dependerá de: la severidad de la enfermedad, si es primer episodio o una recurrencia, la presencia o ausencia de enfermedades asociadas a litiasis y la presencia o no de historia familiar. Por ejemplo, esta última aumenta el riesgo de recurrencia 2.6 veces, sin distinguir entre factores genéticos y ambientales.

Estudio nutricional y nefrológico del paciente litiásico

Como parte de la evaluación integral del paciente litiásico contamos con el apoyo multidisciplinar de especialistas en nutrición y nefrología. 

Papel del nutricionista

En la consulta nutricional nos centramos en los hábitos alimentarios del paciente, enfatizando el consumo diario de líquidos y sales. Entregamos en cada seguimiento una encuesta nutricional y periódicamente se realizan análisis de laboratorio.

La encuesta nutricional aplicada en nuestro programa de seguimiento tiene como objetivo detectar hábitos negativos y educar al paciente. Cuantifica el consumo aproximado de calcio, el consumo diario y tipo de líquidos ingeridos diariamente, la frecuencia de consumo de proteína animal (no láctea), la periodicidad del consumo de frutas y verduras (para estimar el consumo de citrato y potasio), la ingesta aproximada de sodio y la frecuencia del consumo de otros alimentos litogénicos (ricos en purinas y oxalato). Esto nos permite un manejo nutricional orientado según las alteraciones específicas pesquisadas en la evaluación metabólica  y también en el análisis del cálculo. Inculcamos en nuestros pacientes ciertos cambios de hábitos nutricionales que deben ser mantenidos en el tiempo para prevenir recurrencia, ya que se trata en general de condiciones crónicas. 

Papel del nefrólogo

En Uros Associats consideramos que el nefrólogo debe intervenir de forma activa en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los enfermos litiásicos. Algunos pacientes, sobre todo los que tienen nefrocalcinosis o una pérdida de parénquima asociada, pueden padecer enfermedad renal crónica, con lo que es preciso instaurar medidas que ayuden a preservar la función del riñón el mayor tiempo posible. El nefrólogo ayudará a determinar la calidad del manejo renal de los líquidos y electrolitos, su capacidad de acidificación, el efecto de la litiasis en el filtrado glomerular de la unidad renal afectada y el pronóstico funcional global de los riñones. 

Asimismo, existen ciertas condiciones médicas sindrómicas que son susceptibles de tratamiento médico-farmacológico, y cuyo control contribuiría en la disminución de la frecuencia de presentación de la patología litiásica. El manejo especializado de estos fármacos lo realiza el nefrólogo.   

Los análisis de laboratorio que comúnmente se utilizan son:

Análisis sanguíneos:

Sodio

Potasio

Calcio

Fósforo

Ácido úrico

Creatinina

Bicarbonato

PTH

Vitamina D

Análisis en orina:

pH urinario

Sedimento

Cristaluria

Urocultivo

Orina de 24 horas: la recolección debe realizarse con la dieta y actividad física habitual del paciente. Se sugiere, además, que las muestras sean recolectadas en forma ambulatoria y no durante una hospitalización. En la orina de 24 horas se registra:

Volumen urinario: se ha determinado que el volumen urinario en los pacientes que presentan su primer episodio de litiasis es de 250 a 350 ml menor a los sujetos controles. En general se recomienda un volumen urinario mayor de 2 a 2.5 litros al día, sin descuidar la ingesta en la noche cuando fisiológicamente se concentra más la orina.

Creatininuria

Calciuria

Uricosuria

Citraturia

Oxaluria

Potasio en orina

Sodio en orina

Magnesuria

Amonio

Cistinuria

Fosfaturia

En Uros Associats contamos con especialistas de máximo nivel a nivel nacional e internacional en el tratamiento de la litiasis urinaria, reconocidos con premios y galardones en diferentes cursos y congresos, siendo innovadores en nuevas técnicas quirúrgicas, y especialistas en el tratamiento médico de la litiasis urinaria.

  • LITOTRICIA EXTRACORPÓREA POR ONDAS DE CHOQUE (LEOC)
  • URETERORRENOSCOPIA (URS)
  • TRATAMIENTO CON LÁSER DE LITIASIS URETERAL Y RENAL
  • CIRUGÍA RETRÓGRADA INTRARRENAL (RIRS)
  • NEFROLITOTOMÍA PERCUTÁNEA (NLP)
  • CISTOLITECTOMÍA ENDOSCÓPICA
  • COLOCACIÓN DE CATÉTERES URETERALES
  • CATETER DOBLE J

Mutuas