El tumor vesical es el quinto tumor más frecuentemente diagnosticado en España, con  11.500 nuevos casos diagnosticados cada año

El tumor vesical es el quinto tumor más frecuentemente diagnosticado en España, con 11.500 nuevos casos diagnosticados cada año

Las condiciones que pueden favorecer la aparición del tumor vesical son:

  • Tabaquismo;
  • Exposición laboral a gasolina, colorantes o pintura;
  • Radioterapia realizada sobre otros órganos pélvicos (próstata, cuello uterino, colon ecc.)
  • Predisposición genética

El tumor vesical se presenta la mayoría de las veces con hematuria (sangre en la orina sin molestias al orinar). Cuando esto pasa, es necesaria una visita con el especialista urólogo que podrá programar algunas pruebas:

  • Ecografía renal, vesical, prostática: sirve para visualizar el aparato urinario de forma no invasiva
  • Citología urinaria: investiga la presencia de células malignas en la orina
  • Cistoscopia: consiste en visualizar con una cámara las paredes vesicales y la uretra
  • TAC urografía: prueba radiológica que permite una valoración muy precisa de las vías urinarias, de los ganglios y de otros órganos adyacentes.

Cuando se diagnostica un tumor de vejiga es importante especificar si el cáncer tiene un bajo grado o un alto grado de malignidad. Los tumores de bajo grado generalmente están limitados a las capas superficiales de la vejiga pero tienen tendencia a volver a presentarse (recidivar). Los tumores de alto grado pueden también volver a reproducirse, pero la característica que los hace temibles es la capacidad de invadir capa profundas de la vejiga (tumor vesical infiltrante) y enviar células tumorales a otros órganos (metastatizar).

El tratamiento de un tumor vesical superficial (de bajo o de alto grado) consiste en la resección del mismo por via endoscópica transurteral , es decir sin necesitad de incisión quirúrgica.

El tratamiento del tumor vesical infiltrante consiste, por otro lado en la exéresis de toda las vejiga y de los ganglios. Cuando se extirpa la vejiga, es necesario construir una nueva vía para que el cuerpo almacene y elimine la orina: esto es posible mediante la fabricación de una ”nueva vejiga” con una parte de intestino (neovejiga urinaria) o creando una bolsa externa (derivación urinaria extracorpórea).