La palabra LÁSER deriva del acrónimo inglés (light amplification by stimulated emission of radiation), traducido al castellano significa “Luz amplificada por emisión de radiación estimulada”. El concepto del láser nació con la teoría de Albert Einstein en 1917 sobre la emisión de energía al estimular diversos componentes químicos.
En urología los dos elementos químicos que se usan con mayor frecuencia para estimular energía son el Holmio, cuyo nombre proviene de la palabra “HOLMIA” (palabra latín de Estocolmo) y el Tulio “THULE” (palabra griega de Escadinavia). Ambos descubiertos por Teodor Cleve.
El primer reporte sobre el uso del láser en urología en humanos fue descrito por Douglas en 1992 y desde entonces diversos estudios han permitido identificar la versatilidad de esta herramienta muy útil dentro del arsenal urológico para el tratamiento de diversas patologías.
Tratamiento de las litiasis urinarias (piedras):
La prevalencia de la litiasis se sitúa entorno al 10-15 % de la población mundial. Existen diversos métodos de tratamiento, según el tamaño, localización y dureza de la litiasis, así como la anatomía de la vía urinaria del paciente. En algunos casos se puede optar por expectancia controlando las litiasis renales o si estas, están a nivel del uréter, esperando la expulsión espontánea de la litiasis, sin embargo, si esto no se consigue se puede valorar la litotricia extracorpórea (ondas externas que pulverizan o fragmentan la litiasis) o técnicas endourológicas mínimamente invasivas como la ureterorenoscopia o nefrolitotomía percutánea, dejando las técnicas laparoscópicas o robóticos para casos seleccionados o complejos, mientras que el papel de la cirugía abierta actualmente ha quedado relegada, debido a los beneficios de las técnicas mínimamente invasivas que ofrecen menos morbilidad y gran efectividad.
En caso de optar por técnicas endourológicas, estás tienen la ventaja de la escasa morbilidad y recuperación rápida por parte del paciente, ya que se usan instrumentos muy finos para llegar a la o las litiasis y mediante diversas fuentes de energía se consigue fragmentar y/o pulverizarlas. Dentro de las diversas fuentes de energía el láser es la más versátil, ya que se transmite mediante fibras muy pequeñas de diversos calibres, que pueden pasar por los diversos canales de trabajo y acoplarse a instrumentos rígidos y flexibles llegando a localizaciones complejas, lo cual no se puede conseguir con otras fuentes de energía (energía mecánica o ultrasónica), además la energía puede ser modificada para conseguir un mejor efecto sobre la litiasis según su dureza, ya sea fragmentándola y posteriormente retirarla con pequeñas cestas o pulverizarlas para conseguir la expulsión espontánea por parte del paciente. La efectividad del láser ha sido reconocida por diversas sociedades de urología catalogándola como la mejor herramienta para el tratamiento de las litiasis renales.
Tratamiento de los síntomas del tramo urinario inferior (STUI):
Los STUI derivados del crecimiento benigno de próstata pueden requerir tratamiento médico y en ciertas situaciones pueden requerir tratamiento quirúrgico, el cual clásicamente consiste en cirugía endoscópica a través de la uretra (resección uretral con energía mono o bipolar) sobre todo en próstatas menores a 60 gramos de tamaño y en algunos casos mediante cirugía abierta (Adenomectomía transvesical o retropúbica) en próstatas mayores de 60 gramos o con litiasis vesical (vejiga) asociada, dejando la cirugía laparoscópica o robótica para casos complejos. Sin embargo, el láser para tratamiento del crecimiento benigno de próstata fue descrito por Gilling en 1998 y desde entonces está técnica se ha popularizado y es aplicable en volúmenes de próstata superiores a los que abarcables mediante RTU, demostrando en diversos estudios comparativos con la resección con energía mono o bipolar y la cirugía abierta disminuir el tiempo de necesidad de sonda vesical tras el procedimiento, menor tiempo de hospitalización, menor sangrado. cuestionarios de satisfacción elevados en los pacientes operados con esta técnica y efectos duraderos de la mejoría de síntomas, lo cual hace que actualmente se sitúe como una opción efectiva y duradera para el crecimiento de próstata benigno que requiera cirugía.
Tumor de vías urinarias altas:
Esta enfermedad tiene una prevalencia muy baja entre un 5-10%, sin embargo, el impacto que puede producir en los pacientes que la padecen es muy alta, puesto que generalmente implica la extirpación del riñón y uréter afectado. Sin embargo, en casos seleccionados es posible realizar el tratamiento efectivo mediante ablación con láser, evitando la extirpación y la posible insuficiencia renal ocasionada por estos procedimientos tan radicales. Es importante diferenciar este tipo de tumores de aquellos tumores del riñón que de originan en el tejido del mismo, ya que el tumor de vías se origina en el tapizado interior de las vías urinarias altas.
Tumor de vejiga:
Los tumores de vejiga son lesiones que requieren extirpación, el método más habitual es la resección endoscópica mediante energía monopolar o bipolar, lo cual permite la extirpación en fragmentos del tumor para realizar el estudio anatomopatológico e identificar el tipo de lesión y profundidad de la misma. Recientemente se está estudiando un tipo de resección diferente denominada resección en bloque, con lo cual se extirpa todo el tumor en su totalidad y no en fragmentos, con lo que se consigue un análisis más certero de la pieza quirúrgica, siendo una de las herramientas estudiadas el láser, con lo cual se puede conseguir la extirpación en bloque antes mencionada, sin embargo este procedimiento aún está en estudio, por lo cual aún no está estandarizado.
Estenosis de uretra:
La estenosis de uretra consiste en un estrechamiento a nivel de conducto de la orina que comunica la vejiga con el exterior, si la estenosis trae repercusión en el paciente se considera que debe ser tratada y el método con el cual se realice se decide según la localización y longitud de la misma. En caso de optar por el tratamiento endoscópico, esto se realiza mediante un instrumento denominado uretrotomo que lleva un cuchillete con la finalidad de cortar el área estenótica, para su uso se requiere pasar este instrumento a través de la uretra sin embargo en ciertas circunstancias el pasaje de este instrumento está contraindicado (por ejemplo pacientes con esfínter artificial por incontinencia), por lo cual se puede realizar la uretrotomía con instrumentos más finos y empleando el láser para realizar el corte de la estenosis.
Estenosis de uréter:
La estenosis de uréter consiste en un estrechamiento en el uréter, el cual es un conducto que comunica el riñón con la vejiga. Según la localización y longitud de la misma esta puede ser tratada de forma efectiva mediante abordaje endoscópico para la apertura de la estenosis con láser.
Conclusiones:
El láser en urología es una herramienta versátil que nos permite realizar el tratamiento de diversas patologías en urología, sin embargo, cabe resaltar que es muy importante la selección de los casos a ser tratados mediante esta tecnología y la experiencia del cirujano que la utilice para conseguir los resultados deseados evitando las posibles complicaciones de estos tratamientos. Esta tecnología por sí sola no garantiza el éxito de las cirugías , es necesaria una correcta valoración del problema, el uso correcto de los instrumentos y herramientas y la experiencia del equipo que le asiste para resolver correctamente el problema
En Uros Associats contamos con una gran personal entrenado y cualificado en el uso del láser para las diversas patologías urológicas, por lo cual, si usted desea una valoración sobre cualquier problema urológico, estaremos encantados de atenderle y orientarle con la finalidad de ayudarle.
Dr. Andrés Koey Kanashiro Azabache
Uros Associats